
El liderazgo es una habilidad personal que genera influencia sobre otras personas y las inspira a trabajar en pos de un objetivo común o una visión establecida por el líder.
Según la Guía del PMBOK, “El liderazgo implica dirigir los esfuerzos de un grupo de personas hacia una meta común y hacer posible que trabajen como un equipo. En general, el liderazgo es la capacidad de lograr que las cosas sean realizadas a través de otras personas.” [1]
[1] Fuente: Anexo X3 de la Guía de los Fundamentos para la Dirección de Proyectos. Guía del PMBOK®, 5ta Edición.
John C. Maxwell, experto en liderazgo dice que, “El líder es una persona que tiene influencia sobre las otras personas, y que esa influencia proviene de sus habilidades interpersonales: comunicación efectiva, empatía, negociación, motivación.”[1]
Por lo mencionado, es muy importante para el Director de Proyectos desarrollar sus habilidades interpersonales y así poder ejercer el liderazgo que le permitirá lograr que el proyecto termine cumpliendo los objetivos por los que se lleva a cabo.
Según David Mc Clelland, psicólogo de la Universidad de Harvard, en sus estudios encontró que los líderes aplican, generalmente, seis estilos de liderazgo y consideró que los mejores líderes son aquellos que pueden aplicar diferentes estilos en función de la situación que enfrentan.
Los estilos de Liderazgo, según McClelland son los siguientes:
Coercitivo. es el estilo que utiliza un líder que da órdenes sin explicar las razones subyacentes
Directivo. En este caso, el líderexplica las razones que lo llevan a tomar una decisión, mantiene informado a su grupo y expresa la misión y objetivos con claridad buscando el compromiso del grupo.
Afiliativo. Este estilo se muestra cuando el líder se preocupa por el bienestar del grupo, más allá de los objetivos que persigue.
Democrático. El líder busca la participación de su grupo, consensua las decisiones con el grupo
Regulador. El líderfija pautas de trabajo y estándares de desempeño altos, buscando que las personas cumplan sus trabajos de acuerdo a lo definido
Entrenador. El líder se preocupa por desarrollar a las personas en el largo plazo
Los líderes que emplean más estilos -especialmente el autoritario, democrático, afiliativo y entrenador- consiguen el mejor clima laboral y los mejores rendimientos del negocio.
Por este motivo, es importante que los líderes busquen desarrollar aquellos estilos que no utilizan y que pueden ser favorables para la creación de un buen clima laboral.
Un líder debe variar sus estilos de acuerdo a las personas que trabajan en su equipo y para ello todos son útiles.
Como complemento de lo anterior, Daniel Goleman, Richard Boyatzis y Annie McKee en su libro Primal Leadership, indican cuales son las situaciones en las que resulta apropiado utilizar cada estilo de liderazgo. Estas son:
Visionario/Autoritario. Se corresponde con el estilo Directivo de McClelland. Moviliza a la gente hacia los sueños compartidos. Es apropiado cuando los cambios requieren una nueva visión y se necesita una dirección clara.
Entrenador. Conecta lo que la persona quiere con las metas organizacionales. Apropiado para ayudar a mejorar rendimiento y construir capacidades a largo plazo.
Afiliativo. Crea armonía conectando la gente entre sí. Apropiado para motivar en tiempos de estrés y para fortalecer conexiones.
Democrático. Valora los aportes de la gente y obtiene compromisos a través de la participación. Apropiado para construir consenso o para obtener aportes valiosos de los seguidores.
Regulador. Logra metas desafiantes a través de establecer estándares. Apropiado para obtener resultados de gran calidad de un equipo motivado y competente.
Dominante/Coercitivo. Establece órdenes claras a seguir. Apropiado para liderar en una crisis, para lanzar un cambio importante y con “personas problema.[2]
Liderazgo Situacional
El modelo de Liderazgo Situacional desarrollado por Paul Hersey y Ken Blanchard en la Universidad de Ohio en 1968, propone ajustar el estilo de liderazgo de acuerdo a la madurez y al nivel de desarrollo del equipo que se lidera.
Se basa en el estado de madurez de los colaboradores calificándoles acerca de sus habilidades y motivación para desarrollar la tarea.
Los cuatro grados de madurez del modelo son los siguientes:
- M1 – Poca Habilidad – Poca Motivación
- M2 – Poca Habilidad – Alta Motivación
- M3 – Alta Habilidad – Poca Motivación
- M4 – Alta Habilidad – Alta Motivación
Según el grado de madurez, correspondería el estilo de liderazgo:
- S1 – Instructor o Directivo
- S2 – Persuasivo
- S3 – Participativo
- S4 – Delegador
Por ejemplo, si el desarrollo del equipo es muy bajo, grado de madurez M1, donde las personas no conocen la tarea que deben realizar ni están motivados a desarrollarla, necesitan ordenes e indicaciones claras, por lo que el estilo de liderazgo recomendado es el estilo S1-Instructor o Directivo, en el cual se hace más foco en la tarea y menos foco en la relación.
Si la madurez del equipo es M2, donde los colaboradores todavía no conocen la tarea, pero están motivados por aprender, el estilo de liderazgo apropiado es el estilo S2-Persuasivo. En este caso, hay que ensenarles a realizar la tarea y transmitirles la visión del líder, es decir, enfocarse tanto en la tarea como en la relación. El estilo persuasivo dirige y apoya al mismo tiempo, explica las decisiones, permite aclaraciones y trata de convencer para que los colaboradores se identifiquen con la visión.
El siguiente estado de madurez, M3, es cuando las personas ya conocen la tarea y tienen las habilidades necesarias para llevarla a cabo, pero no tienen motivación o presentan conflictos o diferencias con la organización o con el proyecto. En esta situación, el líder puede utilizar el estilo S3-Participativo, donde los alienta y motiva, los implica en las decisiones y promueve una comunicación muy activa.
Por último, si el grado de madurez es M4 donde las personas están capacitadas
y motivadas, conocen la tarea y están dispuestos a realizarla, el líder podrá
desarrollar el estilo S4-Delegador
en que fomenta la autonomía del equipo, valora la experiencia, conocimiento y
decisiones que toman, demostrándoles confianza.

El líder debe estar atento a sus colaboradores y reaccionar en su estilo de liderazgo ante cambios en la motivación o en las habilidades de los mismos, dado que puede cambiar en el tiempo, ya sea por condiciones del propio trabajo, como por situaciones de la vida personal de las personas.
[1] Fuente: “The 21 Irrefutable Laws Of Leadership” de John C. Maxwell. Revised and Updated 10th Anniversary Ed. Publicado por Thomas Nelson en 1998 y 2007.
[2] Fuente: “Primal Leadership. Unleashing the Power of Emotional Intelligence” de Daniel Goleman, Richard Boyatzis y Annie McKee. Harvard Business Review Press. Tenth Anniversay Edition. 2013.