
A medida que se avanza con el trabajo del proyecto pueden ocurrir incidentes o problemas. Estos incidentes pueden generar demoras indeseadas por lo que requieren rápida resolución. Por este motivo, es que se requiere su documentación y seguimiento hasta su resolución. Para ello se utiliza el registro de incidentes.
Este registro puede tomar la forma de una tabla, con el contenido de bitácora, en donde se detalla la información que apunte hacia la resolución del incidente.
Un punto importante a tener en cuenta es qué incidente se debe enunciar cuidadosamente, de forma que se comprenda correctamente el problema y así pueda resolverse. La forma de redacción debe ser clara, concisa y completa, detallando la problemática y qué se pretende solucionar.
Por otro lado, es fundamental que cada incidente tenga asignado un responsable, tanto para realzar su seguimiento como para llegar a su resolución.
Se puede clasificar al incidente en el tipo de cuestión a tratar, como podrían ser acciones a resolver, problemas o consultas.
Por otro lado, es una buena práctica que se les asigne una prioridad para su resolución, teniendo en cuenta el impacto que pueda tener en el proyecto. Por ejemplo, las posibles prioridades podrían ser Alta, Media y Baja.
También, se registrará su Fecha Creación y Fecha de Cierre, el estado por el que va transitando el incidente desde su apertura hasta el cierre, y los comentarios que indican la evolución y las novedades que se producen en el mismo.
