Cuando lanzamos un nuevo negocio a menudo resulta complicado encontrar nuevos clientes, ya que éstos demandan productos maduros y probados antes siquiera de considerarlos. Tendemos a centrarnos en el mercado de masas, que aunque posee un gran volumen de clientes potenciales, éstos demandan una madurez y diseño a los productos que no suele ser compatible con el lanzamiento de un nuevo producto. El problema es que al querer dirigirnos a todos, pasamos de largo a nuestro público objetivo.
Cualquier nuevo producto que se lanza al mercado es adoptado secuencialmente por perfiles diferentes con necesidades diferentes:
INNOVADORES: Son los que adoptan primero cualquier producto. Se trata de clientes que se sienten muy cómodos con la tecnología, y en los que lo más importante es la función y no la forma.
VISIONARIOS O EARLY ADOPTERS: Se atreven a adoptar una tecnología o producto cuando entienden que su uso puede ser beneficioso para su negocio.
PRAGMÁTICOS: Es la gran masa, necesitan referencias y ver que otros usuarios usan el producto antes de comprar.
CONSERVADORES: Son más tradicionales y cautelosos a la hora de adoptar un nuevo producto o tecnología, lo hacen cuando ya es de uso común.
ESCÉPTICOS: Son clientes muy tradicionales, son muy continuistas, y toman el pasado como referencia.
La clave cuando estamos lanzando un nuevo negocio es hacer foco en los early adopters, son esos clientes que tiene un perfil de negocio y sienten un dolor claro y tangible que tu producto puede solucionar.
Por: Javier Megias, CEO y co-fundador de Startupexplore
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